sábado, 30 de mayo de 2009

Las horas huyen



Horas sordas
horas profundas
no escuchan el zumbido
de la piedra que se aproxima,
viene en las veloces corrientes cósmicas
a quebrar las rodillas de los colosos,
los amos de la piedad,
del paso voraz de la desesperanza.

Horas marcadas con con la puntualidad de la muerte,
impasibles relojes que han querido burlar
la temporal consciencia del sueño,
el lamento de las horas marchitas,
cayendo los minutos en la fosa,
aquella donde va a parar todo lo imnecesario,
horas de sangre
torturadora cacofonía de las eras,
en su boca gigante no cabe la eternidad
ni la esperanza de un beso marchito...

1 comentario:

  1. ¡Holaa!
    Tiene pinta de que va a salirte bien el blog, espero que te vaya bien con él ^^
    Esta entrada me ha gustado.
    Me alegra que hayas hecho uno y que sigas el mío.
    A ver si nos vemos un día de estos, eeh =)

    Bye!

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